La vuelta al cole es ese momento del año que muchos no queremos que llegue nunca. Termina el verano, volvemos a los horarios y rutinas de siempre y acaban muchas cosas bonitas que recordaremos con nostalgia.
A nivel personal renovamos nuestros propósitos fallidos de enero, nos volvemos a apuntar al gimnasio, toca cambiar el armario, comprar libros y material escolar a los más pequeños y un sinfín de cosas más. En lo profesional, vuelve el ritmo frenético a las oficinas de los marketeros, los teléfonos no dejan de sonar, aumenta el repiqueteo de teclados y ratones, gente yendo y viniendo… Llega el momento de revisar estrategias, replantear presupuestos y objetivos, corregir estimaciones y encarar un final de año que nunca es tranquilo.
En poco tiempo somos capaces de pasar de una felicidad absoluta a los nervios y la tensión de cuándo va a llegar algo importante. Y no es para menos, ya que los próximos meses serán los de mayor inversión publicitaria del año. Tendremos que encarar “exámenes finales” tan importantes como el Black Friday y la campaña de navidad, que están a la vuelta de la esquina, u otras como Halloween, que cada vez cobra más fuerza en nuestros calendarios.
Y por si todo esto fuera poco, tenemos que lidiar con un entorno cada vez más competitivo, en el que cada vez más marcas pelean por los mismos clientes, donde los clientes buscan la mejor oferta, donde cada vez hay menos fidelidad a las marcas y donde internet ha hecho que tengamos acceso a muchas más tiendas y empresas que ofrecen lo mismo que nosotros.
Ante este escenario tan desalentador, ¿Qué podemos hacer para conseguir el éxito?
- Construye una marca sólida y confiable
¿Sabías que cada persona recibe unos 6.000 impactos publicitarios al día? Vivimos en un entorno completamente saturado de marcas y publicidad. En este océano comercial es totalmente necesario que tu marca conecte emocionalmente con los deseos y necesidades de las personas a las que quiere dirigirse. Para ello, no solo necesitas un producto o servicio que cubra estas necesidades de forma satisfactoria, sino que tienes que diferenciarte del resto de competidores de la mejor manera posible.
Construir esta marca implica tener tu punto de vista no solo de tu producto y tu empresa, sino también del mercado donde te sitúas. Construir una serie de valores y personalidad que te harán único y te ayudarán a relacionarte no solo con tus clientes sino también con el resto de competidores y la sociedad, que demandarán de ti mucho más que un producto excepcional, y que te ayudarán tanto a perdurar en el tiempo como a adaptarte a los cambios.
- Entabla una buena relación con tus clientes
Cada empresa o sector tiene sus singularidades, no tiene nada que ver vender casas con barras de pan o material informático. Pero si todas tienen algo en común es la importancia de cuidar la relación con el cliente. Además, es bien sabido que cuesta menos fidelizar a los ya existentes que conseguir nuevos. Los clientes están cada vez más y mejor informados, en muchos casos ya conocen el producto y lo único que buscan, al margen del precio, es un buen servicio y que la marca entienda sus problemas y necesidades.
Trabajando bien la relación con tus clientes conseguirás prolongar su ciclo de vida, aumentar el ticket medio, la recurrencia, cross-selling y up-selling, así como conseguir que hablen bien y se conviertan en embajadores de tu marca. ¿Cómo no prestar atención a algo tan importante?
- Planifica con tiempo
Sabemos que los planes vienen hechos con bastante antelación, pero siempre cabe modificarlos o adaptarlos sobre la marcha, o las dudas de última hora. Es muy importante para que las campañas salgan bien que todas las partes cuenten con la información, presupuestos y materiales con el suficiente tiempo para que no haya sorpresas inesperadas.
En un Black Friday o en una campaña de navidad nos jugamos mucho y no podemos dejar nada al azar o a la improvisación.
- Promociones sí, pero con sentido
Seamos realistas, el juego del Black Friday consiste en ver quién ofrece el mayor descuento. Los consumidores están a la espera de ver los precios y de quién empieza primero y, por lo general, no se casan con nadie.
Hay muchas empresas, generalmente e-commerce, que basan su propuesta comercial a lo largo del año en ofrecer descuentos continuamente y esto tiene varios riesgos. En primer lugar, el desvirtuar al sentido de la promoción, si ofreces descuentos siempre, solo te puedes diferenciar ofreciendo otro descuento aún mayor. Por otro lado, no creas clientes fieles, solo te comprarán cuando tu precio sea inferior al resto. También perderás oportunidades de venta y crearás desafección cuando no ofrezcas nada.
Minimiza estos riesgos con un buen plan comercial y trabajando los puntos anteriores.
- Saca lecciones para el próximo año
No hay dos años iguales, no hay dos temporadas iguales, no hay dos campañas iguales. Lo que un año te funcionó no tiene por qué funcionar al siguiente. Cree en tu intuición y en tu experiencia y déjate aconsejar, ya sea por tus empleados o por tu agencia. El éxito es fruto del buen hacer continuado durante todo el año.
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